Seguro que alguna vez has oído hablar del Big Data. Si no sabes lo que es, te lo resumimos: son todos los datos que generamos diariamente tanto nosotros como nuestros ordenadores, tablets y smartphones al navegar por Internet. Según estudios de la consultora Gartner, en el 2020 habrá más de 25.000 millones de dispositivos generando todo tipo de datos.

Esta enorme cantidad de datos, que incluye tanto datos de empresas como población, impuestos, transacciones, fotos, vídeos, ubicación geográfica, información generada en redes sociales y un largo etcétera, suponen alrededor de 2,5 quintillones bytes diariamente en todo el mundo a día de hoy.

Como es obvio, esa cifra no deja de crecer, y todavía se está estudiando cómo procesar y analizar todos esos datos para poder ver las posibles relaciones y correlaciones entre ellos, y que sean de utilidad a la hora de la toma de decisiones en muchos ámbitos de la sociedad.

CÓMO REVOLUCIONARÁ EL BIG DATA AL MUNDO FARMACÉUTICO

Hace justo un mes, la agencia EFE publicaba un artículo en el que afirmaban en presente que “El Big Data revoluciona al sector farmacéutico”. Probablemente aún es pronto para decirlo, porque aún no se ha explorado lo suficiente. Lo que sí se puede afirmar es que el Big Data tiene la capacidad de poder predecir y vislumbrar posibilidades que a la mente de un humano se le escapa.

Ignacio Hernández, neurólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, explica a EFE cuáles podrían ser las ventajas de un buen uso del Big Data en el día a día de la farmacia: por ejemplo, sería “capaz de cruzar muchos datos de distintas fuentes como pueden ser los propios pacientes, ensayos clínicos o datos moleculares y celulares”.

De esta forma, los laboratorios podrían “probar nuevos fármacos de forma simulada sin la necesidad de hacer esas reacciones dentro de un laboratorio”. Sin ir más lejos, Hernández afirma que se podrían probar hasta 100.000 moléculas, por lo que sería de gran utilidad para las enfermedades raras, abaratando el coste de las investigaciones.

En el caso de los farmacéuticos comunitarios, estos “pueden recopilar datos de colegios de farmacéuticos, el número de visitas que reciben cada día a sus establecimientos, las necesidades de los pacientes, la cantidad de productos de los que disponen, sus precios…”.

Este experto neurólogo pone el ejemplo de Alemania, que ya está siendo pionera en el uso del Big Data, y afirma que “con todos estos datos podremos tener tantas utilidades como la imaginación nos permita”.

EL BIG DATA APLICADO AL MARKETING

Además de las posibles aplicaciones científicas y en el campo de la salud, el Big Data puede ser muy importante a nivel de marketing, ya que mejoraría tanto la satisfacción de los pacientes como su fidelización, además de optimizar el proceso de trabajo.

En el blog Marketing Farmacéutico de la Universitat Pompeu Fabra, Judith Martí y Mireia Riba afirman que, según datos de la consultora ICD, en 2017 las empresas españolas incorporarán el Big Data a una velocidad del 304%, y que ser experto en Big Data será una de las profesiones más atractivas del siglo XXI.

El Big Data se convierte así en un elemento fundamental para la Farmacia del futuro, pudiendo marcar la diferencia a través de un correcto uso de los datos en cuanto a estrategias o decisiones que tomen de cara a la relación con los pacientes. Por ejemplo, segmentando los mensajes que se dirigen a los pacientes en función de sus gustos y/o necesidades.  

Sin embargo, eso no nos exime de cumplir con la Ley de Protección de Datos, y hacer un buen uso de la información que comparten los pacientes con nosotros. En toda esta estrategia de marketing es importante que no se traspase un limite en el que el consumidor se sienta controlado o acosado por campañas que no se dirigen a él.

Detrás de toda esa información que manejamos se encuentra un ser humano que busca ser tratado como tal, al que le gusta recibir una atención personalizada y un trato cercano. Y eso es algo que no podemos olvidar nunca.

Algunas ideas que se pueden aplicar sería el ofrecer a los pacientes experiencias y emociones como valor añadido. Trabajamos para personas con nombre y apellidos, pero también con sus virtudes, sus manías y su miedo a que estén utilizando sus datos con otros fines diferentes a los que le motivaron a compartir estos datos con nosotros.

Por lo tanto, se hace fundamental humanizar esa personalización. Quizás esta es la parte más difícil a la que tienen que enfrentarse las farmacias, pero si hacen un buen uso del Big Data, tanto estas como los pacientes se verán beneficiados.


Si te ha gustado el tema del Big Data, te recomendamos también leer este artículo del Dr. José Manuel Martínez sobre su uso en el sector de la salud: “Big Data”; aplicación y utilidad para el sistema sanitario.